Material de uso médico: factor primordial en el proceso de seguridad institucional.

En esta serie, trataremos todas las variables que debemos de tener en cuenta en el manejo del material de uso médico, basado en las recomendaciones de expertos latinoamericanos.

Lavado del material de uso médico.

La limpieza es un paso importante en el procesamiento del material de uso médico. Si un artículo no puede ser limpiado en forma apropiada, la esterilización de este material no puede ser garantizada. A pesar que se ha escrito bastante sobre la limpieza, en la actualidad no hay un standard para definir cuando un artículo está “limpio”. Esto se debe en parte a que no hay un test universalmente aceptado para evaluar la eficiencia de la limpieza. A pesar de no existir standard universal para definir cuando un artículo está “limpio”, se acepta que por lo menos el proceso de limpieza debe:

• Reducir el número de microorganismos presentes en los artículos.
• Eliminar la materia orgánica e inorgánica contaminante.
• Permitir que los artículos una vez esterilizado tengan un nivel de seguridad (SAL) de 106 .

Los efectos de los contaminantes orgánicos e inorgánicos en el proceso de esterilización fueron estudiados entre los años 1950 y 1960 (21-25), pero sus resultados no son conocidos ampliamente. Recientemente se han realizado trabajos que incluyeron el óxido de etileno y algunos procesos de esterilización con baja temperatura y que apuntan como los contaminantes orgánicos e inorgánicos impiden el proceso de esterilización. Estos estudios concluyen la importancia que tienen los cristales para proteger los microorganismos y de esta forma impedir su destrucción. Se ha demostrado que los cristales tendrían mayor importancia que la materia orgánica incluso en la esterilización con autoclave y con calor seco. A pesar que se ha estudiado la importancia de la protección que otorgan los cristales a los microorganismos, no se ha investigado la importancia clínica de este fenómeno (22, 26). Esto tiene mayor importancia ya que soluciones puras como el cloruro de sodio forman los mejores cristales. Por esta razón y por el cuidado del instrumental quirúrgico es importante que el último enjuague sea realizado con agua destilada.

El servicio de Esterilización debe tener el equipamiento necesario para procesar todos los instrumentos que están a su cargo. Para la mayoría del instrumental general, equipos como una lavadora ultrasónica, una lavadora automática y agua desmineralizada serán suficientes para la limpieza.

Las barreras protectoras (guantes, delantal, mascarilla y lentes protectores) deben utilizarse de acuerdo a la actividad realizada y al riesgo al que se está expuesto, hasta que el material esté lavado y seguro para su manipulación. Es recomendable que a pesar que el instrumental esté lavado y seguro para su manipulación, éste sea manejado con guantes durante su preparación.

Puntos importantes a considerar para el lavado del material:

• Lavar todo el instrumental que ha sido utilizado durante el acto quirúrgico como también el que “se cree” que no ha sido utilizado.

• Todas las superficies deben estar accesibles para reducir la carga microbiana, ya sea por acceso directo durante el lavado o desmontando el instrumento.

• La limpieza, desinfección y/o esterilización, deben permitir la remoción total de la materia orgánica e inorgánica, del agente de limpieza y del desinfectante y/o esterilizante.

• Todos los instrumentos deben agruparse de acuerdo al tipo de limpieza y esterilización al que van a ser sometidos.

• Cada vez que se incorpora un equipo o instrumento nuevo, deben revisarse cuidadosamente Las instrucciones del fabricante para su limpieza y esterilización.

• Para los instrumentos que tienen diseños intrincados, debe existir un protocolo escrito donde se explique claramente los pasos a seguir.

• Los procedimientos escritos y estandarizados simplifican los sistemas de operación y es mucho más sencillo que el personal cumpla las indicaciones.

• Los procedimientos escritos aseguran consistencia en los pasos y constituyen una herramienta para la capacitación continua y la orientación en servicio.

Desafíos para el lavado del material de uso médico.

Los datos disponibles acerca de la carga bacteriana biológica (bioburden) en los artículos de uso médico demuestran que el proceso de lavado y desinfección o esterilización, dependen del tipo de artículo y el área del cuerpo en la cual fue usada. Los instrumentos usados en cirugía general, después de ser usados en un paciente, tienen un bioburben en un rango entre 100 a 103 microorganismos por instrumento, en cambio en los colonoscopios se encuentra un rango de 107 a 1010. En ambos casos la microflora consiste en microorganismos vegetativos. El tipo de suciedad de ambos instrumentos es muy diferente. Los instrumentos usados en cirugía general están principalmente contaminados con sangre, fluidos corporales, y tejido o hueso, en cambio los colonoscopios están contaminados con materia fecal.

Después del lavado el bioburden natural de la cirugía general se mantiene bajo, y los microorganismos asociados con el paciente son reemplazados por los de la persona que los manipula o los presentes en el agua. Con los endoscopios flexibles como los colonoscopios, el bioburden inicial es alto y el lavado reduce este bioburden en aproximadamente 4 logaritmos. Estas diferencias en el bioburden y en el tipo de suciedad deben ser consideradas cuando se valida la eficiencia del lavado.

Los estudios para la validación de la limpieza y la esterilización son muy conservadores y no diferencian del tipo de instrumentos ni en que parte del cuerpo han sido usados. Normalmente, se usa un mínimo de 106 esporas bacterianas que han demostrado ser muy resistentes al proceso que se está estudiando. Esto es muy conservador si hablamos de instrumental usado en cirugía general, que tiene un bioburden bajo, compuesto principalmente por microorganismos de baja resistencia, y es también conservador para el caso de los endoscopios flexibles que contienen menos de 6 logaritmos predominantemente de microorganismos vegetativos después de la limpieza.

Acero inoxidable:
En la actualidad los instrumentos quirúrgicos están construidos, casi todos, con aceros inoxidables especiales. Esto se rige por las normas D.I.N. La traducción de la palabra “Stainless” significa menos óxido, y esto es lo que sucede, se oxida menos, pero se oxida.

Parece ser que todo el mundo considera al acero inoxidable como un metal prácticamente indestructible. Muchos consumidores creen que como los instrumentos están hechos de acero inoxidable no necesitan cuidados y se olvidan de la mantención. En la fabricación del instrumental quirúrgico se utilizan además de aceros especiales, aluminio anodizado, metales no férricos, cromados, de plata, titanio, plástico y tungsteno.

La composición del acero inoxidable puede variar para mejorar la calidad del instrumento, es así como el fabricante para los bordes cortantes de una tijera selecciona un tipo de acero inoxidable que contiene un alto porcentaje de moléculas de carbono, creando un acero extra duro con procedimientos de templado y endurecimiento. Para los instrumentos oftálmicos que no necesitan ser magnéticos, la solidez no es lo principal, en este caso el acero inoxidable seleccionado deberá tener muy poco carbono y mayor cantidad de níquel y cromo.

Para aumentar la resistencia a la corrosión, los fabricantes procesan el instrumental a través de dos etapas:

a- Pulido, que proporciona al instrumento una superficie lisa y suave que elimina las áreas susceptibles a una posible corrosión.

b- Pasivado, mediante un proceso químico se deja una capa de Oxido de Cromo en la superficie del instrumento. Esta es altamente resistente a la corrosión, ahora bien, una inadecuada limpieza y manejo del instrumental puede provocar la ruptura de esta capa o su desaparición, llegando finalmente a ser causa de la corrosión.

Las superficies que no pueden ser pulidas (cremalleras, superficies irregulares, etc.) están más propensas a ser atacadas por la corrosión que afortunadamente no penetra profundamente y puede ser eliminada con un cepillo suave y una solución de detergente adecuada.

El acero inoxidable sólo resiste parcialmente los iones de cloruro que pueden provocar agujeros de corrosión (picaduras) y también fisuras de tensión. Sin embargo, su mayor amenaza desgraciadamente es el agua, usada en nuestro mundo moderno que contiene gran cantidad de sal común (cloruro sódico).

Por el alto costo del instrumental quirúrgico, como también su reparación o reposición ya que el acero inoxidable no garantiza una eterna indemnidad frente a ataques químicos, físicos y térmicos, es que debemos preocuparnos de un manejo correcto, mantención apropiada con procesos de preparación y tratamientos óptimos.

El manejo adecuado del instrumental se inicia desde su adquisición en el proceso de selección. Cuando se toma la determinación de incorporar un nuevo instrumento; la institución debe solicitar información inmediata del fabricante respecto de los métodos de limpieza y de esterilización recomendados.

Fuente: http://www.enfermeraspabellonyesterilizacion.cl
Fuente Imagen: Bioasep CIA LTDA.